jueves, 10 de febrero de 2011

Una de perros y sus dueños

Ayer estaba yo esperando el bus y veo a una chica que pasea a su pitbull, bien atado, con correa corta y bien educado. Además, al perro se le veía bien cuidado.

Al otro lado de la acera una señora se dispone a cruzar con su yorkshire, con la correa extensible para que el chucho pueda hacer lo que le da la gana, más excitado que un mono en celo, todo desgreñado y ladrando incansable hacia el pitbull.

Os puedo jurar que la señora no hizo nada porque su perro se calmase ni callase, sin embargo, el pitbull ni se inmutó y su dueña le dio un toque con la correa para que continuase camino sin prestar atención a esa ratilla con correa.

Ahora, mi reflexión es ¿qué hubiese pasado si la situación fuese a la inversa? Pues está bien claro que el pitbull sería juzgado por todo el vecindario como un pero conflictivo y agresivo y no lo querrían ver más por allí y el yorkshire sería tildado de víctima sin asesino.

Me parece muy injusta esta situación, los perros pequeños también tienen que ser bien educados y controlados por sus dueños.